La refinería estatal de Curazao, Refineria di Korsou (RdK), se ha apoderado de una terminal de almacenamiento de petróleo en la isla caribeña de Bonaire por una disputa de pagos con la empresa PDVSA de Venezuela.
Marcelino de Lannoy, director gerente de RdK, lo ha anunciado en un vídeo.
Curazao buscará la aprobación de las cortes de los Países Bajos para vender Bonaire Petroleum Corp (BOPEC), propiedad de PDVSA, y su terminal de almacenamiento de 10 millones de barriles si no se reciben pagos, dijo de Lannoy, citado por Reuters.
“RdK espera que con esto PDVSA cumpla con sus deberes. Si no, no queda otra alternativa más que RdK use su derecho de vender las instalaciones en una subasta pública”, advirtió el gerente.
La compañía petrolera estadounidense ConocoPhillips en 2018 obtuvo una orden judicial que congelaba los inventarios de PDVSA en Bonaire y otras islas caribeñas para tratar de recaudar un laudo arbitral de 2.000 millones de dólares, aunque la orden se levantó más tarde.
En 2019, RdK finalizó el contrato de PDVSA para operar la refinería en Curazao que producía 335.000 barriles al día.
Las terminales petroleras de Bonaire y la isla de San Eustaquio son cruciales para las exportaciones de PDVSA, ya que constituyen una fuente muy importante de ingresos del país latinoamericano.
(Sputniknews)