Frarianny Liseth Quiroz Ocanto, de 32 años, tomó la decisión de terminar su relación con su pareja, Pablo Silvino Sánchez Sivira, tras los constantes consejos que le daba su familia debido a los antecedentes violentos que tenía el hombre.
Sánchez de 52 años, al parecer, había agredido a una pareja sentimental en años anteriores y fue por esa razón que ella hace una semana había tomado la decisión de separarse de él. El sábado 13 de julio, luego de una discusión, el agresor la asesinó brutalmente, apuñalándola y atropellándola tres veces en la Zona Industrial I, al oeste de Barquisimeto. El crimen ocurrió en menos de dos minutos.
Una semana después de que Frarianny Quiroz Ocanto había terminado la relación con Pablo Sánchez, este no paraba de llamarla y pedirle que regresaran.
El hombre le ofrecía villas y castillos hasta el punto que le ofreció una casa en Pavia, al oeste de la ciudad, para que vivieran juntos, pero Frarianny no cambiaba de opinión y él decidió asesinarla de forma monstruosa.
Pero nueve horas antes del brutal crimen, Pablo se hizo la víctima para poder reconquistar a la ingeniera y fingió sentirse mal de salud.
El sábado a las 10:30 de la mañana, la hija del hombre llamó a Frarianny preocupada y le dijo que su papá estaba hospitalizado en un CDI, pues lo habían llevado al centro de salud porque presentó un fuerte dolor en el pecho y presumían que se trataba de un paro cardíaco.
La muchacha se preocupó y decidió ir a verlo. Frarianny acudió hasta el centro médico en compañía de su hija de 12 años y de su mamá y al verla el hombre le soltó «después no llores cuando me veas muerto».
Al confirmar que Pablo estaba recibiendo tratamiento intravenoso, la joven le dijo a su mamá que se quedaría un rato más pendiente del hombre y que ellas se fueran a su casa sin preocuparse.
En horas de la tarde, el hombre fue dado de alta y según fuentes internas del Cicpc, Frarianny, Pablo y su hija se fueron a compartir en un sitio que no fue especificado.
Esta información la ofreció la hija de Pablo luego de que rindiera declaraciones ante los funcionarios.
Coartada caída
Pablo luego de asesinar a Frarianny huyó hacia El Tostao, al oeste de Barquisimeto. El hombre llegó hasta la casa de unos hermanos cristianos y les contó que la camioneta estaba presentando fallas y que la dejaría allí, pero que al día siguiente la pasaría buscando con un mecánico para repararla.
Horas después del crimen de la joven, funcionarios del Cicpc llegaron hasta la vivienda de los cristianos, que eran esposos, pues ya habían ubicado a la camioneta involucrada en el femicidio. Al parecer, los dueños de la vivienda alegaron que el propietario la había dejado allí por fallas mecánicas.
Según contaron los vecinos del sector, quienes no quisieron identificarse por temor a represalias, a la pareja de cristianos se los llevó el Cicpc detenidos para que rindieran declaraciones, pero horas más tardes quedaron en libertad, luego de que en el interrogatorio contaran con detalles lo ocurrido con la camioneta y decir que la relación que tenían con Pablo es que eran «hermanos en Cristo».
Luego de 72 horas del crimen de Frarianny no hay rastros de Pablo, y funcionarios del Cicpc siguen rastreando las zonas en donde se la pasaba para poder darle captura y que pague por lo que le hizo a la joven.
Otra persona interrogada, ligada al entorno de Pablo, es su hija quien el día del brutal crimen fue trasladada hasta la sede del Eje de Homicidios, pero en calidad de testigo, pues ella estuvo junto a la pareja hasta minutos antes de que asesinaran a Frarianny, pero una fuente ligada a las investigaciones aseguró que la joven no se encuentra detenida, alegaron que la muchacha también pudo ser víctima de la violencia de su padre, pero se salvó.
LA PRENSA trató de obtener más información sobre el femicida, pero no pudo ser posible, sólo se conoció que es carpintero y que tiene un negocio, dedicado a este oficio. Pablo se congrega en una iglesia cristiana.