Sin duda ha sido uno de los momentos más destacados del inicio del G20. Donald Trump volvió a humillar a Pedro Sánchez al cortar de forma brusca el intento del presidente del Gobierno de mantener una conversación con el presidente de Estados Unidos tras saludarle.
Donald Trump ordenó a Pedro Sánchez que se sentara con un claro gesto en el que señalaba la silla en la que posteriormente Sánchez se sentó mientras que el líder norteamericano siguió avanzando hasta su asiento.
Recordemos que el año pasado, en la cumbre de la OTAN que tuvo lugar en julio, Donald Trump ya pasó de la cara de Pedro Sánchez al negarse a mantener una conversación de más de un minuto con él.
Pese a que Pedro Sánchez se le acercó para saludarle, Donald Trump se mostró distante, apenas le miró a la cara y le contestó de manera forzada, dejando claro que no tenía consideración alguna por el presidente del Gobierno socialista, una consideración que sigue sin existir.